Ella ya había practicado Agility con una perrita mestiza, y yo por el amor a los animales que tengo, no me opuse a ello, y empezamos a buscar...
Buscábamos una perrita equilibrada, ni la mas movida, ni la mas asustadiza... y creo que elegimos bien... Bueno sin ninguna duda, ELEGIMOS BIEN!!!
Una vez en casa, y con solo tres meses, Sara, después de ver como Runa me había cautivado, me dijo si yo quería hacer Agility con ella... No lo dudé un instante... Y así es como empezó mi andadura en este deporte.
Los inicios fueron duros, pero su mirada, mezcla de complicidad y locura... me hacia luchar fuerte para llegar a entendernos cada día mas, al principio, sobretodo fuera de pista, jajaja...
En el agility ha aportado mucho a mi vida, pues compartir este deporte, con mi mujer, nos ha unido muchisimo, aun mas si cabe, hasta el punto de formar un club, junto a mi suegro, educador canino desde hace mas de veinte años...
El Agility, me ha aportado amistades, muchas, y muy buenas... la gente de este mundo es... espectacular... hemos compartido, seminarios, entrenamientos, competiciones, comilonas, vacaciones, sueños, ilusiones, retos, ideas... siempre rodeado de nuestros compañeros de equipo, que nunca fallan, siempre estan dispuestos a darlo todo por nosotros, y solo les podemos responder dando el máximo siempre.
GRACIAS RUNA!!!... y gracias Sara...